miércoles, 31 de diciembre de 2008

A eso de...

El año se acaba y, a falta de un pensamiento propio y original que compartir, os dejo con una de las felicitaciones que me han llegado estos días en forma de christmas. Y aunque no lo haya escrito yo, recoje muy mucho lo que está siendo el final de este año y el que está por venir...

A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad,
llámale sabiduría.

A eso de sentir la mano de DIOS y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder, de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo,
llámale enseñanza.

A eso de pasar días juntos radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina,
llámale experiencia.

A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta
y tu corazón ame.
A eso no le llames poder humano,
llámale milagro


Por un 2009 con muchas baldosas recorridas, seguro, muy seguro, con vuestra compañía, os veo el año que viene...

lunes, 29 de diciembre de 2008

Baldosas con musgo...

A estas baldosas ya les estaba empezando a crecer musgo… tengo muchas entradas acumuladas, pendientes de ser escritas y publicadas, pero en las últimas semanas, entre unas cosas y otras, ha sido imposible, frenéticas y ausentes: abetos, exámenes, cenas, grupos, pueblo… e intentar estudiar (si a eso se le puede llamar estudiar). Voy a intentar, antes de que acabe el año, ponerme al día…

Las voy a publicar como si hubieran estado escritas cuando las había pensado y no cuando he podido escribirlas, un poco de trampa para que esto tenga algo de sentido...

Ah, por cierto… ¡¡FELIZ NAVIDAD!!

martes, 23 de diciembre de 2008

Cuando Papá Noël es San Nikolas de Bari

Entre las prisas de las últimas semanas, uno de los momentos de disfrutar y pensar tranquilamente fue el grupo 10y5... cada mes nos juntamos en una de las parroquias reden para tratar un tema que nos propongan, de forma relajada y con cena temática de por medio.

Con las fechas que se acercaban, toco Papá Noël vs. los Reyes Magos, y más claramente el origen de Papá Noël... no tan pagano ni "capitalista" como se suele creer... aquí os dejo parte del artículo de María Eugenia Ruiz de Azcárate que dió pie al diálogo.

Poca gente sabe que san Nicolás (versus Papa Noel) era turco. En realidad de Asia Menor que, a los efectos, hoy es Turquía. Bajito, calvo y moreno además. Lo del traje rojo y la barba blanca fue un invento de una campaña publicitaria de Coca-Cola unida a la tradicion luterana que los emigrantes holandeses llevaron a Estados Unidos. Así fue como San «Nicklaus» pasó a Santa Claus. De la mitra al gorro y las polainas. Y de la cálida Turquía al gélido Polo Norte.

Poca gente sabe que San Nicolás nació en Patara, la playa mas larga y bella de la costa mediterránea de Turquía.

Nicolás inició su periplo que acabaría por convertirlo primero en el famoso San Nicolás de Bari, y luego en Papá Noel, avecindado en el lejano Polo Norte por culpa de su generoso temperamento. De familia rica, gustaba de ayudar a los demás. Enterado de que un padre estaba a punto de dedicar a sus tres hijas a la prostitución por falta de dote para casarlas, Nicolás se deslizó por la noche hasta la casa y echó una bolsa de oro por la ventana. Dotó a la primera y segunda hermana, pero al intentar hacerlo con la tercera se encontró con que la ventana estaba cerrada. Nicolás no se arredró, trepó por la chimenea y la última bolsa de oro fue a parar junto a unas medias puestas a secar. Desde entonces, primero en su pueblo y luego en el resto del orbe cristiano, se dejan las medias junto al fuego con la esperanza de que caiga algo.

Era aún joven cuando mandó un barco con provisiones a remediar una hambruna en un puerto vecino en pleno temporal. Llegar ya fue un milagro. Pero lo fue aún más que los comerciantes que habían llevado los alimentos los repartieran gratis. Cuando volvieron al barco descubrieron que la carga estaba intacta; cortesía del futuro santo...

Nicolás inició así una prometedora carrera «profesional» en el mundo de los santos generosos. Primero como el San Niklaus de los pueblos del Norte de Europa, holandeses sobre todo, que se lo llevaron a los Estados Unidos todavía vestido de obispo. La publicidad navideña de Coca Cola le cambió luego la mitra por el gorro de piel y el manto por las polainas, el báculo por un saco mágico y la cruz por nada. El obispo de Mira se convirtió en Santa Claus. Y pagano.

La noticia al completo la podéis encontrar aquí. Leerla porque merece la pena.

Resulta curioso ver como el gorro de Papá Noël es una dulficicación de la mitra... La conversación acabó derivando en si los cristianos deberíamos reivindicar la figura de Papá Noël como nuestra, el papel de los cristianos en la sociedad, el laicismo y aconfesionalidad del Estado... interesante cuanto menos, aunque en ciertos momentos la conversación se volviera denssssa...

Por tradición me sigo quedando con los Reyes Magos (esté será el tercer año que me meta en la piel de uno de ellos), pero al menos, con esto, la figura de Papá Noël (Papá Navidad) ha ganado puntos...

lunes, 22 de diciembre de 2008

Abetos... punto y final.

Y por fin puedo decir, punto y final al concepto “abetos”. Un mes escaso marcado por esta palabra, en ocasiones castrante, en otras divertido y, en el fondo, un trabajo como otro cualquiera, en cierto modo cómodo aunque irrumpa en tu vida casi sin esperarlo. Admiro a quien es capaz de compatibilizar de forma continua estudios con trabajo y encima sigue teniendo tiempo para si mismo. Algunos habéis acabado cansados de oírme hablar continuamente de ello, pero realmente ha marcado mi ritmo de vida durante el último mes… gracias por vuestra paciencia!!

La experiencia ha sido bonita y enriquecedora y no solo en el ámbito económico (no sabemos el balance definitivo, pero más de la mitad de los gastos de Cuba se sufragarán con lo hecho este mes). En este tiempo compartes de manera bastante diferente con la gente con la que te cruzas habitualmente en clase, con esa familiaridad que te da verte durante 6 años (como poco) y compartir clases, prácticas y viajes de lo más variopinto.

Sufrimos las consecuencias de la crisis, la falta de experiencia generalizada en todas las labores que desempeñamos (tardamos casi dos semanas en que se preparasen los repartos de una forma coherente, tanto para los que van en furgoneta como para los que les toca atender a los clientes que quieren saber a que hora exactamente va a llegar su abeto; la lástima que sólo duro 5 días, aprendemos y desaprendemos casi con la misma rapidez), los enfrentamientos con los de forestales (rastreros a más no poder), las idas de pinza de algunos montesinos…

Pero también disfrutamos con las risas nerviosas, las llamadas de teléfono incomprensibles, descargando abetos y poniéndote perdido, plantándolos en jardines o tomando cañas mientras se hace la hora de entregar el último pedido, “jugando” al TETRIS para poder meter los arbolillos en el maletero del coche de turno, haciendo barbacoa y durmiendo en la escuela, sufrir los estragos de la absenta y el ron de patata (ya no tanto en uno mismo como en los que sufren demás…).

Ha sido curiosa la forma de coordinarse 44 personas (sobre todo gracias al esfuerzo continuado de Rodrigo), generalmente con buena disponibilidad, los pocos roces que han surgido... también normal que al llegar el final la cosa se relajase... y aún así, nada que enturbie el recuerdo.

En pocas carreras podrán contar historias como estas, y en pocas también los alumnos se podrán sentir tan respaldados como en Montes (ya no sólo en apoyo logístico, también en moral)

La verdad es que, posiblemente, Cuba no se disfrutaría igual si no fuera por previos como este. Pero eso, será otra historia que ya contaré a la vuelta, allá por el lejano (todavía) abril… mmm…

domingo, 7 de diciembre de 2008

En todas partes...

Ayer os hablaba de los turnos de abetos... y hoy también, cumpliendo lo prometido.

Lo que parecía que iba a ser un turno pesado y largo (el turno de noche, de 22:00 a 8:00), pasó volando, entre risas hasta acabar llorando, mojarse por la lluvía para encontrar los pedidos del día siguiente, planificando las rutas, ver películas... muy variado todo (como me pasa últimamente). En algunos momentos parecía más una "fiesta pijama" (con helado y chismorreos incluido) que un turno de guardia. Incluso hubo tiempo para dar una cabezada y poder aguantar el resto del día hasta la hora de la siesta.

Para ir abriendo boca a lo que será Cuba vimos "Habana Blues", que a pesar de que Clara nos la vendió como muy buena... tenía razón... nosotros ya nos temíamos lo peor... jejeje.

Viendo la peli empezamos a fantasear e hicimos nuestra personal aportación a la "GALERIA DE ARTE DE LOS TRASNOCHADOS", el muro en el que a lo largo de todas estas noches se han ido colgando dibujos, canciones... tonterías varias fruto de noches en vela. Nosotros nos quedamos con la canción final de la película, todo un canto a la amistad, con frases sin desperdicio y con las que se me vienen distintos rostros con cada golpe de verso


...Yo quiero ser tu abrigo
si te hace falta el consuelo mío.
Yo quiero ser tu nido
si necesitas cariño mío.
No quiero ser tu olvido
si en todas partes estoy contigo,
yo quiero ser tu abrigo…



Ya os contaré que tal es eso de coordinarse 44 personas, atender el teléfono como si supieras de que pedido te están hablando y dónde está la furgoneta en cada momento...

sábado, 6 de diciembre de 2008

Abetos, abetos,... mmm... abetos

Para financiarnos el viaje de fin de carrera (con todo lo irónico que pueda sonar "fin de carrera") realizamos varias actividades, y una de ellas es la venta de abetos. Muchos profesores nos insisten en que es nuestra primera experiencia laboral "seria", pero muchas veces parece más un "cúmulo de buenas intenciones sin medios ni experiencia".

Algunos ya estáis hartos de oirme con la palabra abetos todo el tiempo en la boca, pero diciembre estará marcado por abetos: turnos de 7 o 10 horas incrustados en una ya de por si "complicada" agenda. Y turnos que incuyen labores de todo tipo: telefonista, transportista, comercial, servicio de reclamaciones... y muchas veces simultaneámente!

Dicen que luego te acuerdas más de esto que del propio viaje en sí... y no me extraña.

Hay momentos de todo tipo: cómicos, relajados, intensos, histéricos, entrañables y, al final... cansados.

Para recordar, de momento, las familias que llegan con sus niños (la más pequeñina con 6 meses, los padres muy contentos con su primera Navidad y con llevarse un abeto de 3 años que dicen que crecerá a la vez que su hija), la gente joven o con "juventud acumulada" que te pregunta y se interesa por todo y les gusta dar conversación, que vienen con calma y sin prisas... No me puedo olvidar tampoco del complicado mundo del GPS, con "iniciativa propia" e ideal para perderse cuando tienes la presión de hacer 8 repartos antes de las 21:30 (ahora lo recuerdo para bien, pero crea un nerviosismo...)

Para olvidar, también de momento, a los snobs que te hacen abrir 5 abetos porque quieren estar seguros de que invierten bien sus 21 euros (el más barato de todos) o que dicen que si te estás riendo de ellos porque uno de los abetos se llama vulgarmente "abeto rojo" (Picea abies) y ellos quieren un abeto verde, la melodía del teléfono que suena cada poco rato ("buenas tardes, abetos montes, digame..."), aguantar las broncas por teléfono y en persona porque no llega su abeto a la hora que ellos quieren (alguno tiene razón, pero es un mal rato...)

Por el momento, prefiero el trato con el cliente de tú a tú... en otra época me hubiera dado pánico, pero ahora puedo decir que incluso lo disfruto.

Ya seguiré contando más anécdotas, que están tiñendo las baldosas amarillas de verde abeto. Hoy me toca hacer noche. Ya no sólo es que vayas a la escuela cuando aún no ha salido el sol y te vuelvas a casa cuando ya hace horas que se fué, sino que también hay que "dormir" en la escuela... tiraremos de pelis varias, ya os contaré.