Si el tema de la muerte siempre resulta complicado de tratar, la televisión tiene la capacidad de darle la vuelta y aportar un punto de vista que probablemente no hubiéramos asociado con el paso a la otra vida.
En las series "Six feet under" (A dos metros bajo tierra) y "Pushing Daisies" (Criando malvas) la muerte está presente en cada capítulo, es el eje sobre el que se vertebra la historia. Como cada una tiene un enfoque "distinto", les corresponden entradas separadas.
Empecemos con A dos metros bajo tierra...
Six feet under fue emitida por la HBO entre el 2000 y el 2005, en un total de 63 episodios distribuidos en 5 temporadas. En España se pudo ver en La 2 (aunque eso ni lo recuerdo) y cuenta con un final cerrado, al contrario que otras series de la HBO, cuyos finales se vieron acelerados por el presupuesto, como Roma o Carnivàle.
La serie cuenta la vida de la familia Fisher, dueños de una funeraria en Los Ángeles, las extrañas personalidades que encierra cada uno de ellos y cómo constituyen una familia atípica. Como muestra de identidad de la serie, cada capítulo comienza con la muerte de alguien, relacionado o no con los protagonistas, todas ellas distintas... salvo dos, una de ellas en la que la vida gana a la muerte y otra en las que sólo hay vida (genial el último capítulo). A medio camino entre el drama y el humor negro.
A raíz de la muerte del patriarca, vamos conociendo a los distintos miembros de la familia: Ruth, una madre servicial que ha tenido que aguantar mucho y llega un momento en el que cambia totalmente; Nate, el hijo mayor que dejó a su familia en cuanto pudo y que se verá obligado a cumplir con lo que nunca quiso; David, el hijo gay que lleva la funeraria pese a renunciar a su sueño de ser abogado; y Claire, la hija pequeña que no encuentra su hueco en ningún sitio pero con dotes artísticas.
Y entorno a ellos, un gran número de secundarios que aparecen y desaparecen en cualquier momento, pero perfectamente integrados en la historia como Brenda o Lisa o Maggie (relacionadas con Nate), los novios-amantes de Ruth, los de Claire, Federico y su familia (ayudante y dueño del 25% de la funeraria cuando las cosas se complicaron)... y otros muchos que entran y salen sin chirriar.
Es una serie en la que los personajes verdaderamente evolucionan... la relación entre Nate y David podría ser considerada como una continuación laica de la parábola del hijo pródigo... entre Ruth y Claire se crean y destruyen lazos durante los 63 capítulo... y algo que resulta común a todos los miembros de esta familia: su tendencia innata a los problemas amorosos (cuernos incluidos) y los coqueteos con las drogas de todo tipo. Son personajes complejos
Quizá acabé un poco cansado de la trama gay de David, sobre todo en las primera mitad de la serie, demasiado estereotipado y promiscuo hasta el ridículo... y un comentario un poco frívolo sobre el aborto en el penúltimo capítulo que no me encajó mucho con la dinámica de la serie, sobre todo en el contexto en el que sucede.
Y siempre con la muerte como compañero de viaje: con las geniales conversaciones con los muertos mientras los embalsaman, que les ayudan a dar los siguientes pasos en su vida; o con el patriarca de la familia, que aparece para acompañar a su familia en muchos de los momentos complicados que pasan por sus vidas... y que les llevan a conocer mejor a su "desconocido" padre o marido.
Al contrario que otras series, tiene un final perfecto, realmente emotivo y justificado, combinando a partes iguales la vida y la muerte... como la vida misma...
Por no extenderme más (al menos de momento), os digo que la considero 100% recomendable... claro, si se tiene la mente abierta (suficiente si se han visto otras cosas de la HBO) y no se buscan series rápidas ya que, como os decía, los personajes son complejos y requieren de su tiempo para conocerlos y quererlos.
...en breve la 2ª parte con Pushing Daisies...
Y es que por mucho que pasen los años las películas de animación me siguen gustando, no lo puedo evitar... y más todavía cuando se empeñan en hacerlas no sólo para niños.