viernes, 15 de mayo de 2009

Se acabaron las lágrimas

De nuevo os dejo con otra canción de las que descubres haciendo zapping...

Esta es de las que van con un mensaje muy claro, pero con un estribillo apto para cualquiera (ya no es sólo lo que el cantante componga, sino lo que cada uno quiera escuchar).

Hay otras versiones del videoclip, donde los periodistas, famosos y políticos cantan más directamente con Huecco (y sin Hanna), pero os dejo esta que en versión dúo tampoco está mal...



Y claro, como no, la letra viene detrás...

Cuando sientes frio en la mirada
cuando alguien a roto tu sonrisa de cristal
y tu carita de porcelana se acuerda de su mano
mano de metal.

Uh es hora de empezar a andar
Uh se acabaron las lagrimas
Uh es hora de empezar a andar
rompe tu jaula...

Cuatro primaveras cayadas
las losas se cayan no saben decir na
siente las espinas que se clavan
pinchando bien adentro
donde duele mas...

Uh es hora de empezar a andar
Uh se acabaron las lagrimas
Uh es hora de empezar a andar
rompe tu jaula ya..

Mira escapa que la vida se acaba,
que los sueños se gastan,
los minutos se marchan
salta que la calma te abraza,
los momentos se pasan
y se te rompe el alma
ay el alma...

Cuando sientes que nunca lo extrañas,
y la lluvia cae castigando la ciudad
que las gotas no calan tu alma
sus barcas en tus ojos
y tus escudos no podran remar.

De nada vale ya llorar
se acabaron las lagrimas
sientes que ya no hay marcha atras
rompe tu jaula ya...

Mira escapa que la vida se acaba,
que los sueños se gastan,
los minutos se marchan,
salta que la calma te abraza,
los momentos se pasan
y se te muere el alma...
ay el alma...

Y siente la llamada de la libertad
rompe las cadenas que te hacen llorar
corretela, monta y no lo pienses mas
salta, rie, baila...

Escapa que la vida se acaba,
que los sueños se gastan,
los minutos se marchan...

Salta que la calma te abraza,
los momentos se pasan
y se te rompe el alma...

domingo, 10 de mayo de 2009

En aquel tiempo (como en todos los tiempos)

Acabadas ya las entradas (interminables) sobre el VFC, volvemos al ritmo habitual...

El sábado hablamos (más bien nos habló Migué y todos aprendimos, chavales y monitores) de moral en el grupo, del término "hombre", las virtudes... no todo es sexualidad y prohibición por más que nos emperremos en ello.

Entre papelillos y videos (de José Mota, quién lo iba a decir), aparecía este poema-cuento de José Luís Martín Descalzo, genial y sin desperdicio, muy apto también para no cristianos o indiferentes...

Os dejo con ello...

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) los elefantes sagrados de los ricos dominaban el mundo, eran no sólo los más listos y los más guapos, sino hasta los más sanos y dignos de estar vivos. Por eso las azucenas corrían a florecer en sus jardines y el dios de los poderosos (el único que legalmente tenía derecho a existir) estaba inscrito en su partido y se dedicaba a prepararles los más hermosos sillones en el Cielo. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los pobres.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) mandaban los astutos, aquellos que fabricaban la mentira con más hermosos colores; los que vendían sus patrias a Roma; los que desplegaban mejores razones a la hora de sacar una espada. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los mansos.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) las lágrimas no tenían cotización en el mercado y la alegría era más importante que la verdad y una vida satisfecha era la misma sustancia del Cielo. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los que lloran.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) la palabra justicia hacía bonita en los discursos y sólo era delito cuando quien la usaba no era el Presidente y los pobres la esperaban como un antiguo pájaro que dicen que ha existido y que es bueno seguir esperando a condición de que no venga. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los que siguen teniendo hambre de ella.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) el corazón era una fruta que seguramente debe servir para algo, amar era un juego que enseñaban a los hombres de niños, mas del que luego tenían rigurosa obligación de avergonzarse. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los misericordiosos.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) el prestigio de un hombre se medía por el número de conquistas amorosas (aunque no siempre era obligatorio que fueran del sexo contrario) y el que engañaba a mil valía más que mil y el dinero valía tanto como el número de zancadillas puestas para lograrlo. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los limpios de corazón.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) un hombre subido en el fusil era lo que se dice todo un hombre y los espadachines contaban con armas de primera y tenían más derechos a las flores y hasta eran mejores mozos y engendraban más hijos y tenían razón en todo. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los pacíficos.

En aquel tiempo (como en todos los tiempos) el orden era el summun y era necesario proteger a los que ya eran felices para que pudieran seguir siéndolo y los malos eran feos y tenían obligación de elegir entre la cárcel de la miseria y la otra. Pero entonces vino el Rebelde y dijo: Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia.

Y cuando el Rebelde terminó de hablar se hizo un minuto (sólo un minuto) de silencio y los ricos, los astutos, los satisfechos, los demagogos, los odiadores, los sucios, los violentos y los custodios del orden se dispusieron a echar azúcar en las palabras del rebelde, mientras los pobres, los mansos, los que lloran, los hambrientos, los misericordiosos, los limpios, los pacíficos y los perseguidos, pensaron simplemente que el rebelde estaba loco.

Poco que añadir o discutir...
PD: gracias Migué!