martes, 8 de febrero de 2011

Dos series, dos formas de ver la muerte [y II]: Pushing Daisies

Y otra serie, de las que he visto recientemente, y con una forma muy particular de tratar el tema de la muerte es Pushing Daisies (Criando Malvas).

Pushing Daisies fue emitida por la ABC entre el 2007 y el 2009, con un total de 22 episodios distribuidos en 2 temporadas. La primera temporada se vio afectada por la huelga de guionistas, reduciendo su número previsto de capítulos. Durante un tiempo, el final de la segunda temporada quedó en el aire... la audiencia no acompañaba y se ve que los seguidores que tenía no importaban lo suficiente a la cadena. Actualmente la están echando en La 2, pero antes se pudo ver en Canal +. Y aunque podría haber dado algo más de sí, las tramas más importantes quedan cerradas correctamente.

La serie cuenta la historia de Ned, un pastelero con un extraño don: la posibilidad de resucitar a los muertos con sólo tocarlos. Y como todo don, tiene sus consecuencias: si en un minuto no ha vuelto a tocar al resucitado para que muera para siempre, alguien cercano ocupará su lugar. Una vida anónima hasta que el detective Emerson Cod se cruza en su vida, descubre su secreto y le propone trabajar para él, resucitando momentáneamente a los asesinados cuya muerte le asignan investigar. Y todo iba bien hasta que le toca investigar la muerte de "Chuck", el primer y único amor de Ned... a la que evidentemente el pastelero no tocará por segunda vez.

A través de varias historias entremezcladas vamos conociendo el pasado de Ned y las consecuencias que tuvo en su infancia su extraño don; qué le pasó verdaderamente a "Chuck" y la peculiar vida de sus tías tras su muerte; la verdadera motivación de Emerson Cod para hacerse detective; el amor no correspondido que siente Olive, la camarera del The Pie Hole (la cafetería que tiene Ned), por el propio pastelero... todo ello en un ambiente naïf lleno de color y sentido (un poco en la línea de la película Ameliè).

Con el tiempo, Ned y "Chuck" recuperan el amor de su infancia pero con la peculiaridad de que no pueden establecer contacto físico si no quieren despedirse para siempre. Entre medias Olive reclama su parte de Ned... e incluso el propio Emerson Cod, viendo que la relación con las dos chicas aparta a Ned de su compromiso con el detective y su "oscuro" objetivo.

Y todo ello con la muerte como elemento secundario, siempre presente en la relación existente entre Ned y "Chuck" y su rebeldía por negarse a perder al ser amado y tener que manifestar la necesidad de cariño físico con tiernas alternativas. Más complicado aún si cabe al compartir piso.

Al igual que en "A dos metros bajo tierra", también resultan muy interesantes las conversaciones que se establecen con los muertos, en las que no sólo se indentifican a los causantes de sus muertes sino que ayudan a evolucionar a los personajes y a tomar las decisiones correctas (o al menos las que surgen del corazón), reflexionando un poco más en lo que significa verdaderamente estar vivos.

Sin poder entrar en mucho más detalle para no estropear la serie al que se quiera acercar a verla, también la considero 100% recomendable, por ser capaz de contar una historia original y tierna a la vez, llena de sentimientos e inseguridades y combinar perfectamente misterio, magia, humor negro, números musicales... y tartas a las que apetecería hincarles el diente


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