A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad,
llámale sabiduría.
A eso de sentir la mano de DIOS y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder, de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo,
llámale enseñanza.
A eso de pasar días juntos radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina,
llámale experiencia.
A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta
y tu corazón ame.
A eso no le llames poder humano,
llámale milagro…
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad,
llámale sabiduría.
A eso de sentir la mano de DIOS y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder, de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo,
llámale enseñanza.
A eso de pasar días juntos radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina,
llámale experiencia.
A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta
y tu corazón ame.
A eso no le llames poder humano,
llámale milagro…
Por un 2009 con muchas baldosas recorridas, seguro, muy seguro, con vuestra compañía, os veo el año que viene...



Y por fin puedo decir, punto y final al concepto “abetos”. Un mes escaso marcado por esta palabra, en ocasiones castrante, en otras divertido y, en el fondo, un trabajo como otro cualquiera, en cierto modo cómodo aunque irrumpa en tu vida casi sin esperarlo. Admiro a quien es capaz de compatibilizar de forma continua estudios con trabajo y encima sigue teniendo tiempo para si mismo. Algunos habéis acabado cansados de oírme hablar continuamente de ello, pero realmente ha marcado mi ritmo de vida durante el último mes… gracias por vuestra paciencia!!

