martes, 23 de diciembre de 2008

Cuando Papá Noël es San Nikolas de Bari

Entre las prisas de las últimas semanas, uno de los momentos de disfrutar y pensar tranquilamente fue el grupo 10y5... cada mes nos juntamos en una de las parroquias reden para tratar un tema que nos propongan, de forma relajada y con cena temática de por medio.

Con las fechas que se acercaban, toco Papá Noël vs. los Reyes Magos, y más claramente el origen de Papá Noël... no tan pagano ni "capitalista" como se suele creer... aquí os dejo parte del artículo de María Eugenia Ruiz de Azcárate que dió pie al diálogo.

Poca gente sabe que san Nicolás (versus Papa Noel) era turco. En realidad de Asia Menor que, a los efectos, hoy es Turquía. Bajito, calvo y moreno además. Lo del traje rojo y la barba blanca fue un invento de una campaña publicitaria de Coca-Cola unida a la tradicion luterana que los emigrantes holandeses llevaron a Estados Unidos. Así fue como San «Nicklaus» pasó a Santa Claus. De la mitra al gorro y las polainas. Y de la cálida Turquía al gélido Polo Norte.

Poca gente sabe que San Nicolás nació en Patara, la playa mas larga y bella de la costa mediterránea de Turquía.

Nicolás inició su periplo que acabaría por convertirlo primero en el famoso San Nicolás de Bari, y luego en Papá Noel, avecindado en el lejano Polo Norte por culpa de su generoso temperamento. De familia rica, gustaba de ayudar a los demás. Enterado de que un padre estaba a punto de dedicar a sus tres hijas a la prostitución por falta de dote para casarlas, Nicolás se deslizó por la noche hasta la casa y echó una bolsa de oro por la ventana. Dotó a la primera y segunda hermana, pero al intentar hacerlo con la tercera se encontró con que la ventana estaba cerrada. Nicolás no se arredró, trepó por la chimenea y la última bolsa de oro fue a parar junto a unas medias puestas a secar. Desde entonces, primero en su pueblo y luego en el resto del orbe cristiano, se dejan las medias junto al fuego con la esperanza de que caiga algo.

Era aún joven cuando mandó un barco con provisiones a remediar una hambruna en un puerto vecino en pleno temporal. Llegar ya fue un milagro. Pero lo fue aún más que los comerciantes que habían llevado los alimentos los repartieran gratis. Cuando volvieron al barco descubrieron que la carga estaba intacta; cortesía del futuro santo...

Nicolás inició así una prometedora carrera «profesional» en el mundo de los santos generosos. Primero como el San Niklaus de los pueblos del Norte de Europa, holandeses sobre todo, que se lo llevaron a los Estados Unidos todavía vestido de obispo. La publicidad navideña de Coca Cola le cambió luego la mitra por el gorro de piel y el manto por las polainas, el báculo por un saco mágico y la cruz por nada. El obispo de Mira se convirtió en Santa Claus. Y pagano.

La noticia al completo la podéis encontrar aquí. Leerla porque merece la pena.

Resulta curioso ver como el gorro de Papá Noël es una dulficicación de la mitra... La conversación acabó derivando en si los cristianos deberíamos reivindicar la figura de Papá Noël como nuestra, el papel de los cristianos en la sociedad, el laicismo y aconfesionalidad del Estado... interesante cuanto menos, aunque en ciertos momentos la conversación se volviera denssssa...

Por tradición me sigo quedando con los Reyes Magos (esté será el tercer año que me meta en la piel de uno de ellos), pero al menos, con esto, la figura de Papá Noël (Papá Navidad) ha ganado puntos...

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