domingo, 12 de abril de 2009

Trilogía sobre Cuba: ROJO

Tras 12 noches con sus 14 días en Cuba, aquí van las experiencias, lo visto y vivido en un país lleno de contrastes. Os lo cuento en forma de trilogía, una entrada por cada color de la bandera, que luego os cansáis... empezamos…

Rojo es el color del comunismo, del régimen político que controla todo…
toca hablar del país y sus gentes.

Las cosas ya empiezan a ser diferentes cuando nada más aterrizar, hay aduanas y registros diferentes para los cubanos y para los turistas, cuando tienes que cambiar en una moneda exclusiva para turistas, cuando el dólar está penalizado…

Las tres primeros días en la Habana nos dan margen para empezar a conocer un poco el ambiente, ser conscientes de que habrá que “renegociar” los precios de casi todo, acostumbrarse a que continuamente te hablen por la calle, siempre de muy buenas formas y con mucho humor (y de paso pedirte un jaboncito, un bolígrafo, camisetas o caramelos para los niños… en muy pocas ocasiones dinero directamente). El resto de días, salvo los de Varadero (que es un mundo a parte), nos confirman lo que vemos en la Habana con ligeras diferencias por ser provincias.

Optamos por empezar a movernos en autobús público, aconsejados por un cubano que estuvo ya en nuestra escuela haciendo el doctorado (y nos facilitó en parte las cosas). Con 1 CUC* entramos veintitantas personas. Ya en el autobús vas viendo lo que parece ser Cuba y al recorrer sus
calles, lo afirmas: casas desconchadas, mucha gente en la calle, pocos coches pero caos circulatorio igualmente (y claro, más de la mitad de los coches parecen de otra época), muchos perros… y a pesar de todo ello, el conjunto tiene su encanto… en ocasiones parece una ciudad que hubiera sufrido una despoblación absoluta y acabase de llegar mucha gente a vivir de nuevo (y en parte no dista tanto de la realidad, más sabiendo que es el Estado el responsable de la rehabilitación de las viviendas).

Al final utilizamos todos los medios de transporte: taxis legales, taxis ilegales – Cadillacs (donde montamos hasta 14 personas, lástima que cuando nos dejó enfrente del hotel les parase la policía), Coco-Taxi (un poquillo más caro que el resto)… para todos había que negociar el precio antes de montarse, rondando el CUC o dos CUC por persona… acabas cansado de regatear tanto precio…


Recorrimos calles que muy seguramente en Madrid no nos atreveríamos a pisar, apoyándonos en la “inmunidad” del turista (aunque una señora a gritos nos dijera desde la otra acera que tuviéramos cuidado con los balcones, que andásemos en grupo y que llevásemos todo por delante para que en un descuido no nos quitaran nada… luego no era para tanto, pero… ufff… jejeje), disfrutamos del paseo por el Malecón, del barrio Chino, de la calle Obispo, la calle San Rafael, el callejón Hammel, del Capitolio, de la heladería Coppelia, los mercadillos varios... en todos ellos gente muy agradable, dispuesta a contarte su vida (con una sonrisa a pesar de todo). Sólo el último día vivimos aquello de que un policía se acercase a una persona que estaba hablando con nosotros para decirle que dejara de molestarnos.

No parecen cómodos hablando de la situación de su país (tienen miedo de que alguien les escuche y les denuncie), al menos los caseros con los que topamos en Trinidad y en la última noche en la Habana, pero son ellos los que te cuentan sin casi preguntarles (si no lo hacíamos era por respeto). Se sorprenden de que fuera se sepa que no es todo tan fantástico como se lo pintan sus medios de comunicación… descubrir que las casas no se venden o alquilan, sino que se permutan; que el salario es de aproximadamente 10 CUC independientemente del trabajo que se realice (con la consiguiente falta de motivación de la gente); que te obligan a ir a votar (yéndote a buscar incluso a tu casa) aunque luego digan que el porcentaje de participación es del 95%; que la sanidad es un punto fuerte junto con la educación (aunque luego en las provincias suspendan las operaciones porque no haya agua o que las sillas del dentista den descargas eléctricas)….

Resulta curioso ver que no hay anuncios (ni en las calles ni carreteras), sólo recordatorios de batallas de la Revolución, frases de Fidel, Raúl, José Martí o incluso Chávez… pensábamos que el Che estaría muy presente pero todo bastante comedido en ese sentido.

Poco había leído sobre este país, pero ciertamente sorprende que a pesar de que la gente no lo pasa especialmente bien, siempre están con la alegría en el cuerpo...
*1CUC=1,17 euros aproximadamente

No hay comentarios: